Hay algunos aspectos de los que ocuparse inmediatamente después del baño den la piscina, puede parecer obvio, pero por seguridad, asegúrese de tener todos los accesorios para después de al alcance de la mano, y eso incluye una toalla suave o una manta pequeña para mantener a su recién nacido caliente y seco.
El secado, el primer paso fundamental
Las toallas con gorro o capucha son mejores porque la mayor parte del calor corporal se escapa por la cabeza, aunque no es imprescindible, también nos cercioraremos de la temperatura del vestuario, para añadirle algo en la cabeza en épocas frías.
Una vez que haya secado a su bebé y lo hayas envuelto en esa toalla, acuéstelo sobre una superficie cómoda y con fácil acceso a tus cosas y al bebé, y al secarlo no se olvide de esos pequeños pliegues de la piel que se forman sobre todo en las piernas.
A partir de aquí es el mismo proceso que hacemos en casa, en caso necesario alguna crema, talco o cualquier otro elemento que necesitemos, el pañal y a vestirle, que aquí también debemos de tener en cuenta algunos factores.
La ropa de luego, la temperatura exterior clave
La mayoría de las veces realizamos matronatación en una piscina climatizada, con una temperatura ambiente magnífica, pero es posible que fuera haga frío y viento, algo que puede pasar factura a nuestro hijo.
Por eso es impensable secarle bien y abrigarle como es debido, pero especial atención en la cabeza, ya que si no ha dado tiempo a secarse el pelo, es necesario utilizar algún gorro o pasamontañas infantil que le cubra casi la totalidad de la cabeza, desde el cuello hasta la frente, dejando al descubierto solo la cara.